No tengo idea de cuánto tiempo pasó... (ni pienso ponerme a sacar la cuenta ahora...) de la ultima vez que lo vi. Mas allá del tiempo cronológico, me parece que pasó mucho.
Y es justamente eso lo que permitió que vuelva a buscarlo.
Siento ansias de su mente, de la mía cuando estoy con él.
Si pudiera elegir un nosotros... elegiría solamente nuestras charlas filosóficas sobre cuestiones existenciales, ni su amistad, ni su amor, ni ningún tipo de sentimiento. Solo su cabeza.
Quisiera juntarnos a charlar, y cuando agotemos todos los temas, cuando mi cabeza me duela de tanto pensar o nos aburramos de hablar, ahí quiero levantarme, despedirlo hasta la próxima e irme. Solo eso. Solo quiero esas palabras que me dan vuelta el mundo en un segundo y me dejan pensando por un rato. Solo el "No, boluda, pero no estas considerando blah".
Ese momento en que logra tomarme y ponerme a mirar desde otro ángulo, desde otro rincón del mundo.
No quiero aliviarle la vida, ni consolarlo mejor que nadie, ni hacerlo sentir acompañado, ni levantarle el ánimo. Ojala que ya haya encontrado a alguien más para que ocupe ese lugar al que renuncié y al que me niego a volver. Ya no voy a responder cuando me llame.
Puede ser una postura un poco egoísta la mía... Pero la verdad me tiene sin cuidado comportarme de forma egoísta con la persona más narcisista que conozco. No me importa.
Creo que necesito una fuerte personalidad y determinación para llevarlo a cabo, para lograr el tipo de relación que pretendo y NO tropezar dos veces con la misma piedra. (Yo puedo hacerlo!)
Y de nuevo me veo colgando de las manos del tiempo. Él es el que dirá si todo lo que acabo de expresar pudo ser cumplido o si me voy a retirar ni bien la vea venir complicada. (cosa que en este caso me parece de lo más astuto)
Corro, de todos modos, con una ventaja: esta vez sé con qué buey(es) aro.
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